UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS

Manzana guiño Imágenes Vectoriales, Gráfico Vectorial de Manzana guiño |  Depositphotos

Un guiño es un abrir y cerrar de ojos que se utiliza para hacer saber a quien tenemos delante que nos hallamos ante un secreto. ¿Por qué abrir y cerrar casi al mismo tiempo los ojos? El secreto en cuestión no estará lejos de lo que comentábamos en el post de la semana pasada (https://elzoharesplendor.wordpress.com/wp-admin/post.php?post=4731&action=edit).

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La historia de ben Durdaia (בן דורדיא) es una de las más sorprendentes de todo el Talmud. En el tratado de Avodah Zara (17a) se detallan sus andanzas y se explica por qué no podría entrar en el mundo venidero ni siquiera arrepintiéndose de ellas. No vamos a extendernos sobre el personaje ni sobre sus cuitas. Solamente señalaremos que, contra todo pronóstico,  entró en el mundo venidero en “una abrir y cerrar de ojos”. El Talmud lo describe así:

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“Puso su cabeza entre sus rodillas y lloró fuertemente hasta que su alma partió. Una voz divina surgió y dijo: Eleazar ben Durdaia está destinado a la vida en el mundo por venir”.

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Esto no sólo sorprendió a los demás rabinos, incluso parece que los molestó sobremanera: Rabbí Iehudah haNassi lloró y dijo, refiriéndose al mundo venidero:

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“Hay quien adquiere después de muchos años, y hay quien adquiere en un momento”.

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Lo primero que sorprende de este personaje es su extraño nombre, sumamente despectivo: Durdaia (דורדיא), que en arameo significa “deposición”, en el sentido de “excremento”. Por otra parte, la guematria de ben Durdaia (בן דורדיא) es 277 y coincide con la de Averah (עברה), el pecado de adulterio, precisamente aquel que más cometía nuestro personaje.

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בן = 52

דורדיא = 225

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277

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ע = 70

ב = 2

ר = 200

ה = 5

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277

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Pero a pesar de ser un pecador contumaz, “en un momento”, beShaah ejat (בשעה אחת), entró en el mundo venidero. La guematria de beShaah ejat (בשעה אחת) es 786 como la de Keter Elion (כתר עליון), la corona suprema:

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בשעה = 377

אחת = 409

—————-

786

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כתר = 620

עליון = 166

—————–

786

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Los sabios comentan que este “momento” fue como un abrir y cerrar de ojos”, como un guiño. En ese instante se unió con la corona suprema.

El misterio del abrir y cerrar los ojos alude a los dos momentos más importantes de nuestras vidas: el nacimiento, cuando abrimos los ojos por primera vez, y la muerte, cuando los cerramos definitivamente. Entre ambos se encuentra el guiño, quizá porque nuestra vida es eso: un guiño  fugaz y pasajero.

JULI PERADEJORDI

ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE

Luz no fim do túnel
. Fotografia De Stock

Nos enseña el Talmud (Berajoth 57b) que dormir es la 60ª parte de la muerte. No hemos podido encontrar en ninguna fuente tradicional por qué razón es la 60ª y no la 50ª o la 70ª, pero a partir de la guematria quizá podamos acercarnos a vislumbrar una explicación plausible.

Otro enigma del cual no se ha hallado aún una explicación racional y sensata es el famoso verso del Quijote que dice: “busco en la muerte la vida”. ¿No sería más lógico buscar la vida en la vida misma? Veamos cómo estos dos temas no están desvinculados.

Sabemos que Moisés, ejemplo de todo judío, vivió según Deuteronomio (XXXIV-7) 120 años.

ומשה, בן-מאה ועשרים שנה-במתו

“Y Moisés tenía 120 años cuando murió”.

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Por esta razón, cuando alguien cumple años se le desea que viva “hasta los 120”.

Si pensamos en que la vida se divide en dos, entre las horas que dormimos y las que estamos despierto, si dividimos los 120 años por 2, obtenemos 60.

Sabemos que la letra Samej (ס) vale 60. Su forma casi circular sugiere la idea de un principio y un final que se unen, de un ciclo que ha sido completado. Cuando calculamos el valor pleno de esta letra, o sea su guematria Shemi, vemos que es exactamente 120 por lo que coincide con los 120 años de vida:

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ס = 60

מ = 40

ך = 20

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120

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Otro calculo interesante consiste en sumar la guematria de Jaim (חיים), “vida”, que es 68, a la de Mavet (מות) “muerte”, que es 446:

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מות = 446

חיים = 68

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514

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Obtenemos 514 que es la guematria de Shajor (שחור) “negro”.

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 ש = 300

ח = 8

ו = 6

ר = 200

————–

514

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Cuando nuestra vida se junta con la muerte, nos encontramos con lo negro, con la oscuridad. El negro es el color del luto y de la muerte.

Sin embargo, si “retiramos” nuestra vida de la muerte, estamos haciendo como don Quijote: buscar en la muerte la vida: restamos 68 a 446, y obtenemos un número muy distinto: 378.

Se trata de la guematria de Jashmal (חשמל):

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ח = 8

ש = 300

מ = 40

ל = 30

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378

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En el momento en que la vida se separa de la muerte puede darse esa experiencia eléctrica y luminosa que los cabalistas denominan Jashmal. Además, en esta palabra nos encontramos curiosamente con la letra Jet (ח), inicial de Jaim (חיים) y la letra Mem (מ), inicial de Mavet (מות). Las dos letras que quedan, la Shin (ש) y la Lamed (ל), forman Shel (של), que significa “de”. Lo que nos propone Cervantes es quitar la vida, o sea Jet (ח), de (של) la muerte, o sea Mem (מ).

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JULI PERADEJORDI

EN UNA SOLA PALABRA

Recette (qui tue) de la halla de Shabbat - Keren Layedidout

La Torah nos enseña que el Shabbat se ha de “recordar” y “guardar”. En el Sefer haBahir (CLXXXII) leemos que Tzajor “recuerda” hace referencia al principio masculino y Shamor “guarda” al principio femenino. Separarlos es lo que hace el Satán, y unirlos lo que hace el sabio, con la ayuda del Eterno. Esta unión la vemos materializada en el Shabbat cuando el marido se allega la esposa.

Los sabios nos enseñan que Tzajor, “recuerda” y Shamor, “guarda” corresponden respectivamente al amor y al temor, Ahavah veIrah (אהבה ויראה). Mientras vivamos en este mundo, el mundo de la dualidad, los percibimos y los vivimos como dos cosas separadas, como dos modos distintos de acercarse al Eterno. Sin embargo leemos en el Talmud, en el tratado de Rosh haShannah (27a):

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“¿Acaso no se enseña que Tzajor y Shamor fueron dichos en una sola palabra?”.

זכור ושמור בדיבור אחד

“Tzajor y Shamor en una sola palabra”.

Resulta difícil de comprender esta afirmación de los sabios ya que, si bien ambas palabras se refieren al Shabbat, aparecen en dos libros distintos de la Torah. Nos hallamos, pues, ante un misterio. Encontramos a Tzajor en Éxodo (XX-7):

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זכור את-יום השבת

“Recuerda (Tzajor) el día de Shabbat”.

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Y a Shamor en Deuteronomio (V-11):

שמור את-יום השבת

“Guarda el día de Shabbat”.

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Acaso la clave de este misterio se encuentre en el Talmud, en la expresión “una sola palabra”, Dibur Ejad (דיבור אחד). Cuando calculamos su guematria, vemos que es 235:

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דיבור = 222

אחד = 13

—————-

235

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Si calculamos ahora la guematria de Ahavah veIrah (אהבה ויראה), “amor y temor”,  descubrimos que también es 235.

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אהבה = 13

ויראה = 222

—————-

235

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La guematria de Dibur (דיבור) es la misma que la de veIrah (ויראה), y la guematria de Ejad (אחד) es la misma que la de Ahavah (אהבה).

¿Qué aprendemos de esto?

Quizás algo tan sencillo como que recordando y guardando el Shabbat, o sea uniendo el principio masculino con el femenino, vamos más allá de la dualidad de amor y temor y nos adentramos en la unidad trascendente. Y una última curiosidad, la diferencia entre Dibur y Ejad, o sea entre 222 y 13, es 209, que es exactamente la guematria de Gan Nahul (גן נעול), “Jardín cerrado”.

JULI PERADEJORDI

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UNA ALUSIÓN AL SHEMÁ EN LA PARASHAH TETZAVEH

Shemá Israel - Wikipedia, la enciclopedia libre

Todos sabemos que la parashah Tezaveh pertenece al libro del Éxodo y que el Shemá sólo aparecerá más adelante, en el libro del Deuteronomio. Sin embargo, los sabios lo han encontrado prefigurado en una frase de Éxodo (XXVIII-9 y 10).

Veamos el texto:

ולקחת, את-שתי אבני-שהם; ופתחת עליהם, שמות בני ישראל.

ששה, משמתם, על, האבן האחת; ואת-שמות הששה הנותרים, על-האבן השנית-כתולדתם.

“Tomarás las dos piedras de ónix y en ellas grabarás los nombres de los hijos de Israel;

seis de sus nombres en una piedra y los nombres de los seis restantes en la segunda piedra, según su orden de nacimiento”.

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El Baal haTurim nos enseña que las “dos piedras de ónice” corresponden a las dos tablas de la ley. Para demostrarlo se apoya en la guematria millui de Sheham (שהם), “ónice”, que es 455:

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ש = 360

ה = 15

ם = 80

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455

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Si calculamos la guematria de haLujoth (הלוחות), “las tablas”, vemos que es la misma:

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ה = 5

ל = 30

ו = 6

ח = 8

ו = 6

ת = 400

———–

455

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Además, las letras que componen la palabra Sheham (שהם), “ónice”, son las mismas que las que forman Moshé (משה), “Moisés”, que es quien recibió las tablas.

Nuestro sabio nos desvela algo absolutamente inédito: en este versículo está prefigurado el Shemá. Una verdadera revelación.

El texto hebreo que traducimos por “seis de sus nombres” es Shisha Mishmotam al (ששה משמתם, על). Si tomamos la primera letra de cada una de estas palabras, Shin (ש), Mem (מ) y Ayin (ע), obtenemos Shemá (שמע).

Las tablas estaban escritas en hebreo, la lengua sagrada, Lashon haKoddesh (לשון הקדש), y Moshé hablaba esta lengua.

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לשון = 386

הקדש = 409

—————

795

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Si sumamos la guematria de Lujot (לוחות), 450 a la de Moshé (משה), 345, obtenemos 795, la guematria de Lashon haKoddesh (לשון הקדש).

La raíz Shemá (שמע) la podemos encontrar también en Josué (VI-27) donde leemos:

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ויהי שמעו, בכל-הארץ

“y su fama se propagó por toda la Tierra”.

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La guematria de esta frase también 795:

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ויהי = 31

שמעו = 416

בכל-הארץ = 348

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795

JULI PERADEJORDI

EL SECRETO DE LA SERPIENTE

el secreto de la serpiente/ el libro de hashmal-rabbi iosef gikatilla-9788491119661

Aunque nacido en Medinaceli, su residencia más prolongada estuvo en Segovia. Entre 1272 y 1274 fue discípulo de Abraham Abulafia, viéndose muy influenciado por sus tendencias proféticas, de tal manera que éste llegó a considerarle continuador de su escuela. Gikatilla fue un escritor prolífico; escribió su primer trabajo cuando sólo contaba veintiséis años, el Ginnat ‘egoz. Es un tratado cabalístico estructurado en tres partes.

Como cabalista, Gikatilla se ocupó de combinaciones místicas y transposiciones de letras y números, como queda plasmado en su extensa obra. Gikatilla no era un adversario de la Filosofía, muy al contrario; trató de reconciliar Filosofía y Cábala. Pero, sin duda, su gran obra está centrada en el misticismo.

Su obra Sa’re ‘orah (Puertas de Luz), propagó ciertas ideas del Zohar; incluso el título inicial, Sefer ha-ora (Libro de la luz), suena como una paráfrasis de Sefer ha-zohar (Libro del esplendor). Fue muy criticado por Samuel de Acre en su “Me’irat ‘Enayyim”, por el abuso del nombre Santo.

NOS HEMOS QUEDADO MUDOS

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Cuando Adán y Eva transgreden y comen del árbol del conocimiento del bien y del mal, se produce el desastre: la separación. Esta división, que también podemos adivinar en la famosa escisión del Nombre de Dios de cuatro letras de la que nos hablan los cabalistas, está al origen de nuestro estado caído: nos hemos quedado mudos.

Leemos en el Zohar (I-36a):

ואפרישת חיי מן מותא, ובחובא דא גרים פרישותא, לאפרשא אתתא מבעלה, דהא קול מדבור לא מתפרשן לעלמין, ומאן דמפריש קול מדבור, אתאלם ולא יכיל למללא, וכיון דאשתקל מניה מלולא אתייהיב לעפרא

“Y separó la vida de la muerte, y a través de este pecado de comer del Árbol del Conocimiento provocó la separación, separando a la mujer de su esposo; porque la voz –kol–, el aspecto masculino, de la palabra –dibur–, el aspecto femenino, no se separan jamás, y quien comete esta trasgresión y separa a la voz de la palabra queda mudo y no puede hablar. Y como es tomada de él la palabra, es entregado al polvo”.

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En un conocido pasaje del libro del Éxodo (VI-12) podemos apreciar cómo Moisés se niega a ir a hablar con el faraón y le dice a Dios que tiene “los labios incircuncisos”.

Sabemos que Moisés nació completamente circuncidado (Zohar II-11b). ¿Qué quiere decir que tiene “los labios incircuncisos? La respuesta nos la dará el Zohar (II-25b):

אלא רזא איהו, משה קלא, ודבור דאיהו מלה דיליה הוה בגלותא

“Esto es un misterio Moisés era la voz (Kol) y la palabra (Dibur), su propia palabra, se encontraba en el exilio”.

וכל זמנא דדבור הוה בגלותא משה אזיל קלא בלא דבור

“Y todo el tiempo que la palabra (Dibur) se encontraba en el exilio, Moisés marchaba como una voz (Kol) sin palabra (Dibur)”.

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El Zohar nos viene a enseñar que mientras Kol y Dibur están separados, Moisés está en el exilio, privado de la palabra, de ahí su famosa tartamudez.

Cuando Kol y Dibur, el principio masculino y el principio femenino, se unen, se acaba el exilio y comienza la era mesiánica.

Esto nos lo sugiere la guematria de Kol, 136, que añadida a la de Dibur, 222, nos da 358, la guematria de Mashiaj (משיח).

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קול = 136

דיבור = 222

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358

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מ = 40

ש = 300

י = 10

ח = 8

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358

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En el Sefer haBahir (CLXXXII) leemos que Tzajor “recuerda” hace referencia al principio masculino y Shamor “guarda” al principio femenino. Separarlos es lo que hace el Satán, y unirlos lo que hace el sabio, con la ayuda del Eterno.

Si calculamos la guematria atbash de Tzajor veShamor (זכור ושצור), “recuerda y guarda” nos llevamos la agradable sorpresa de que también es 358.

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זכור = 183

ושצור = 170

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358

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JULI PERADEJORDI

EL POLÉMICO FRUTO DEL ÁRBOL DEL PARAÍSO

The Tree of the Knowledge of Good and Evil's Location and Why That Matters  - Owlcation

Celebrando la festividad de Tu Bishvat (ט»ו בשבט) nuestro amigo Hilel F. nos regaló un delicioso Jiddush a propósito de cuál podría ser el fruto del árbol del paraíso. Nos basamos en sus palabras para proponer algunas guematrias.

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Apoyándose en el sabio Ovadia Sforno (s. XVI) que sostenía que el árbol del paraíso “desprendía un olor dulce” y en el pasaje del Génesis (III-7) que afirma que justo después de tomar del fruto y darse cuenta de que estaban desnudos, se fabricaron “falditas” con hojas de higuera, nuestro amigo deduce que la higuera ha de ser el árbol del que comieron nuestros primeros padres. Es más, si Adán y Eva formaban aún un solo cuerpo, el higo es una fruta relativamente fácil de compartir, lo que no ocurre con otras frutas.

Cuál fue el árbol del paraíso es ciertamente una vieja discusión entre los sabios. En un conocido pasaje del Talmud (Berajoth 40a) Rabí Meir sostiene que era la vid, “porque no hay nada que traiga al hombre tantos lamentos como el vino”, pero Rabí Nehemías lo discute argumentando que fue la higuera “porque con lo mismo con lo que se perdieron repararon el pecado”. En otro lugar Talmud (Eruvin 54 a), pregunta:

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“¿Por qué las palabras de la Torah son comparadas con una higuera? Porque cuando uno busca en la higuera siempre encuentra un higo para comer. Del mismo modo ocurre con las palabras de la Torah: cuanto más se las estudia, más condimento se encuentra en ella”.

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Higo es en hebreo Teenah (תאנה) y esta palabra también significa “apetito carnal”, “lascivia”, conceptos que se adaptan perfectamente a la noción de “pecado”.

Con ese humor casi británico que caracteriza a nuestro amigo Hilel F., éste lanzó la idea de que el higo sentó mal a Adán y Eva porque estaba verde.

De alguna manera nos está sugiriendo lo mismo que algunos comentaristas de la Torah que opinan que el pecado de nuestros padres fue la precipitación. El fruto que comieron todavía no estaba maduro.

Solamente tenían que haber esperado unas horas a entrar en Shabbat y ya hubieran podido saborear el fruto sin sus nefastas consecuencias: en Shabbat la dualidad bien-mal se trasciende.

Otras fuentes sostienen que incitados por la serpiente comieron del fruto de una manera animal: sin amor y sin bendición. Pero, ¿dónde vemos el Shabbat en el texto del Génesis?

Leemos en Génesis (III-7):

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ויתפרו עלה תאנה

“y cosieron una hoja de higuera…”.

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Si calculamos la guematria de Vaitfru (ויתפרו), “y cosieron”, vemos que es 702. Si calculamos la de Shabbat descubrimos que también es 702:

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ו = 6

י = 10

ת = 400

פ = 80

ר = 200

ו = 6

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702

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ש = 300

ב = 2

ת = 400

————-

702

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Pero lo más sorprendente ocurre cuando sumamos la guematria de Teenah (תאנה), 456 a la de Ahavah uBerajah (אהבה וברכה), Amor y bendición, que es 246. De nuevo obtenemos 702, la guematria de Shabbat.

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אהבה = 13

וברכה = 233

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246

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Y para finalizar, simplemente recordar que la guematria de uBerajah (וברכה), “y bendición” es 233, la misma que la de Etz haJaim (עץ החיים), el árbol de la Vida.

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JULI PERADEJORDI

EL AIRE DE BARCELONA

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Actualmente, todos somos conscientes de la importancia de la calidad del aire, en arameo Avira (אוירא), y de su influencia sobre los humanos. En la época talmúdica ya era así. Pero el concepto “aire” no sólo se refiere a eso, sino también a algo intangible como el ambiente o la atmósfera. La calidad del aire no viene de las “zonas de bajas emisiones”, sino de la presencia de sabios, profetas y conocedores de la verdad.

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En el Talmud (Baba Batra 158b) podemos leer que:

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אוירא דארץ ישראל מחכים

“El aire de la tierra de Israel hace sabio”.

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Esta máxima fue objeto de una famosa parafrasis por parte de Rabbí Isaac ben Sheshet (1326-1408), que dijo:

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אוירא דברצלונה מחכים בינה

“El aire de Barcelona hace sabio con Binah”.

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Si nos fijamos en ambas frases hallaremos una diferencia significativa.  En la primera el Talmud hace un juego de palabras con Mejajim (מחכים), que es un anagrama de Jajamim (חכמים), “sabios”. La guematria de ambas palabras es, pues, la misma, 118.

En la segunda, el sabio barcelonés nos habla de Binah (בינה). Binah (בינה) es un anagrama de Habin (הבין), “comprender”, “caer en la cuenta”. La guematria de ambas palabras es, pues, la misma, 67. Este concepto lo podemos encontrar, por ejemplo, en el dicho que afirma VehaMevin Iabin (והמבין יבין), “y el que comprenda, comprenderá”.

Según los sabios, el aire puro de la tierra de Israel revela la sabiduría que hay en el alma, pero ¿qué podemos decir del aire de Barcelona, al menos el aire de la Barcelona de la época de Rabbí Isaac ben Sheshet?

En aquella época en la ciudad condal coincidieron un gran número de sabios talmudistas y cabalistas que hacían que su aire, su atmósfera, fuera un ambiente de sabiduría y que sus casas, como enseñan los Pirkei Avoth (I-4), fueran “lugar de reunión de los sabios”.

Y como dice el dicho cabalístico que hemos citado, VehaMevin Iabin (והמבין יבין), “y el que comprenda, comprenderá”. Curiosamente la guematria de esta expresión es 185, o sea la suma de 118 y 67.

JULI PERADEJORDI

Talmud, guematria, Juli Peradejordi, Torah, Zohar, Barcelona

LA OBRA DE ELOHIM

https://www2.kenyon.edu/Depts/Religion/Fac/Suydam/Reln313/Holytree.jpg

Varios lectores nos han pedido que volviéramos sobre el tema de la semana pasada, las siete luces de la Obra de la Creación. El tema es inagotable y es posible que nos ocupe varios posts. Vamos a ver en éste cómo estas luces corresponden a la siete sefirot inferiores.

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A partir de las tres primeras palabras del Génesis, Bereshit Bará Elohim, podemos decir que la obra de la Creación es la Obra de Elohim, Maasé ha Elohim (מעשה האלהים). Si calculamos la guematria de esta expresión vemos que es 506.

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מעשה = 415

האלהים = 91

—————-

506

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Vimos cómo el Zohar (III-34b) nos hablaba de siete luces anteriores a esta obra diciendo:

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רבי חזקיה הוה יתיב קמיה דרבי אלעזר, אמר ליה, כמה נהורין אתבריאו עד לא אברי עלמא,

 אמר ליה שבעה, ואלין אינון, אור תורה, אור גיהנם, אור גן עדן, אור כסא הכבוד, אור בית המקדש, אור תשובה, אורו של משיח

“Rabbí Jizkia estaba sentado ante Rabbí Eleazar. Le dijo: ¿cuántas luces fueron creadas antes de que fuera creado el mundo?

Le dijo: siete, y éstas son: la luz de la Torah, la luz del Infierno, la luz del Jardín del Edén, la luz del Trono de Gloria, la luz del Templo Sagrado, la luz de la Teshuvah, la luz del Mesías”.

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Veamos a qué corresponde cada luz.

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Hessed (חסד)

La primera luz, la de la Torah, corresponde a la letra He, pues a Torah tiene cinco libros, y a la sefirah de Hessed, la bondad, que se hace con las manos, que tienen cinco dedos. Esta luz se asocia con el primer día de la creación. La letra He (ה) tiene dos aberturas, una especie de grieta estrecha por arriba, y otra amplia y ancha por abajo. La primera corresponde al camino de la Torah, y la segunda al camino del infierno.

Guevurah (גבורה)

La segunda luz es la luz del infierno y se asocia con la sefirah opuesta a Hessed: Guevurah. Esta luz se asocia con el segundo día de la creación, cuando fueron creados los infiernos.

Tiferet (תפארת)

La tercera luz, la luz del Gan Eden, que revelaba toda su belleza ha sido asociada con la sefirah de Tiferet, que significa “belleza”. Esta luz se asocia con el tercer día de la creación.

Netzaj (נצח)

La cuarta luz, la luz del trono de gloria, se asocia con las cuatro patas de éste, con el cuarto día de la creación y con la sefirah de Netzaj, la cuarta empezando desde Hessed.

Hod (הוד)

La quinta luz, la del esplendor del Templo sagrado, se asocia con el quinto día con la sefirah de Hod, que significa “esplendor”.

Iesod (יסוד)

La sexta luz, que corresponde al sexto día, el día en que se creó al hombre, se asocia con la Teshuvah, pues el hombre ha de hacer Teshuvah para que venga el Mashiaj. También está asociada con la sefirah de Iesod.

Maljut (מלכות)

La séptima luz, la Luz del Mashiaj es el objetivo y la finalidad de la creación.

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Si sumamos las iniciales de estas sefirot, Jet (ח), 8, Guimel (ג), 3, Tav (ת), 400, Nun (נ), 50, He (ה), 5, Iod (י), 10 y Mem (מ), 40, obtenemos exactamente 506, la guematria de Maasé haElohim (מעשה האלהים), la Obra de la Creación.

Pero lo más sorprendente ocurre cuando sumamos la guematria de estas siete sefirot:

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Hessed (חסד): 72

Gevurah (גבורה): 216

Tiferet (תפארת): 1081

Netzaj (נצח): 148

Hod (הוד): 15

Iesod (יסוד): 80

Maljut (מלכות): 496

72 + 216 + 1081 + 148 + 15 + 80 + 496 = 2108

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Si a 2108 le sumamos 2 por las dos palabras que componen la expresión Maasé haElohim (מעשה האלהים), la Obra de la Creación, obtenemos 2110.

Si buscamos en el Tanaj dónde aparece esta expresión, vemos que es en Eclesiastés (VII-13):

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ראה, את-מעשה האלהים: כי מי יוכל לתקן, את אשר עותו

“Mira la obra de Elohim, ¿quién puede enderezar lo que está torcido?”.

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Si nos fijamos en la expresión Ki Mi Iujal Letaken et Asher Iutó (כי מי יוכל לתקן, את אשר עותו), “¿quién puede enderezar lo que está torcido?”, vemos que está compuesta por siete palabras, como las siete luces, como los siete días de la creación. Y si calculamos su guematria vemos que es 2110:

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כי = 30

מי = 50

יוכל = 66

לתקן = 580

את = 401

אשר = 501

עותו = 482

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2110

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JULI PERADEJORDI

LAS SIETE LUCES DE LA VERDAD

En el libro del Zohar (III-34b), en la parashah Tzav (Vol. XX de la colección el Zohar de Ediciones Obelisco, pág. 155), se plantea la pregunta de cuántas luces se crearon antes de que fuera creado el mundo. Vamos a profundizar en este tema a la luz de nuestro post de la semana pasada.

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Volviendo a la letra He puntuada del post de la semana pasada (https://wp.me/p2Xmky-1de) en la que nos encontramos con siete puntos, recordaremos que los Olamot (עולמות), los mundos, fueron creados Beiah (ביה), o sea por medio de las letras Iod (י) y He (ה). Este mundo fue creado por medio de la letra He (ה), y el mundo venidero por medio de la letra Iod (י).

Cuando calculamos la guematria de Sheni Olamot (שני עולמות), dos mundos, vemos que es 912. Si le añadimos 1 por el Kollel, llegamos a 913.

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שני = 320

עולמות = 552

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912 + 1 = 913

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La palabra con la que fueron creados los dos mundos, Bereshit (בראשית) tiene por guematria 913.

Si a 912 le sumamos 26, la guematria del Tetragrama, obtenemos 938. Si calculamos la guematria de Sheva Nekudot (שבע נקודות), “siete puntos” vemos que también es 938.

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שבע = 372

נקודות = 566

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938

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Sostienen los cabalistas que los puntos son como luces que iluminan las letras. El Zohar (III-34b) habla de siete luces y nos enseña:

רבי חזקיה הוה יתיב קמיה דרבי אלעזר, אמר ליה, כמה נהורין אתבריאו עד לא אברי עלמא, אמר ליה שבעה, ואלין אינון, אור תורה, אור גיהנם, אור גן עדן, אור כסא הכבוד, אור בית המקדש, אור תשובה, אורו של משיח

“Rabbí Jizkia estaba sentado ante Rabbí Elazar. Le dijo: ¿cuántas luces fueron creadas antes de que fuera creado el mundo?

Le dijo: siete, y éstas son: la luz de la Torah, la luz del Infierno, la luz del Jardín del Edén, la luz del Trono de Gloria, la luz del Templo Sagrado, la luz de la Teshuvah, la luz del Mesías”.

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Si multiplicamos por 7 la guematria de Or (אור) “luz”, obtenemos 1449.

Si calculamos la guematria ordinal de Torah, Infierno, Gan Eden, Trono de Gloria, Teshuvah y Mashiaj, obtenemos 441.

.

תורה,  גיהנם,  גן עדן,  כסא הכבוד,  בית המקדש, תשובה,  משיח

תורה = 53

גיהנם = 56

גן עדן = 73

כסא הכבוד = 55

בית המקדש = 96

תשובה = 56

משיח = 52

——————

441

.

Se trata de la guematria de Emet (אמת), “verdad”, que aparece en la expresión Torat Emet (תורת אמת). Si calculamos la guematria de Torat Emet (תורת אמת) y le añadimos 2 por las dos palabras, de nuevo obtenemos 1449.

.

תורת = 1006

אמת = 441

———————-

1447 + 2 = 1449

.

JULI PERADEJORDI

LA LUZ DE LAS LETRAS

Amit a zsidó számmisztikáról feltétlenül tudni kell - Lekvár és JAM

LA LUZ DE LAS LETRAS

La letra He (ה), “letra de bendición”, encierra muchos misterios cabalísticos. Su mismo valor numérico, 5, ya alude a la Torah, compuesta por cinco libros. Vamos a considerar hoy a una letra He muy especial, la He doblemente puntuada con la vocal Segol y con el signo de cantilación Segolta (סגולת»א). En el centro nos encontramos con otro punto, denominado Mappik (מפיק), “vocalización tónica”.

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Comentando Ezequiel (I-13), los Tikkunei haZohar (4a) se concentran en Udamut ha Jaiot (ודמות החיות) y lo relacionan con la He puntuada.

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ודמות החיות

“Y la semejanza de las Jaiot”.

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Los cabalistas conceden un valor de 10 a cada punto, con lo cual la suma de los puntos de nuestra He puntuada nos arroja un valor de 70, por lo que indica que nos hallamos ante un secreto, ya que 70 es la guematria de Sod (סוד), “secreto”. Intentemos ver de qué secreto se trata.

Los tres puntos de arriba, nos enseñan los comentarios de los Tikkunei haZohar, denominados Segolta (סגולת»א), corresponden a las Jaiot superiores y los tres puntos de abajo, la puntuación denominada Segol (סגול), corresponden a las Jaiot inferiores. Los puntos, nos enseñarán también los comentaristas, “son la luz de las letras”.

Sabemos que la guematria de “luz”, Or (אור) es 207, y que tenemos cinco libros en la denominada “Torah escrita”, Torah baKtav (תורה בכתב).

Si multiplicamos 207 por 5, obtenemos 1035.

La expresión hebrea Or haOtiot (אור האותיות) significa “la luz de las letras” y su guematria es 1035.

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אור = 207

האותיות = 828

—————–

1035

.

Se trata de la misma que la de Torah baKtav (תורה בכתב), “Torah escrita”.

.

תורה = 611

בכתב = 424

————–

1035

.El texto de la Torah, las letras de la Torah, son luz concentrada. A nosotros nos corresponde desvelarla y compartirla, siguiendo el mandato del Eterno a Adán: “para que lo trabajara y lo guardase” (Génesis II-15). Trabajando la Torah baKtav (תורה בכתב), “Torah escrita” la iremos desvelando y compartiéndola la guardaremos.

JULI PERADEJORDI

Torah, cábala, Tikkunei haZohar, Juli Peradejordi, Zohar, guematria, Talmud, Midrash, Jaiot, Ezequiel

EL CAMINO CORRECTO

Le panneau de stop et son marquage au sol - Ornikar

Prosiguiendo con un post anterior (https://wp.me/p2Xmky-1cG) en el que hablábamos del Maná, vamos a ver cómo éste tenía una estrecha relación con el descanso. Actualmente, tenemos una idea muy “desviada” de lo que significa “descansar”. Ciertamente lo entendemos como “parar”, concretamente como parar de hacer alguna actividad a fin de recuperar fuerzas, pero el sentido profundo de este verbo nos reserva algunas sorpresas.

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Covarrubias define “descansar” como “repararse del cansancio” y hace derivar “cansado” del latín cassatus, “roto”. Se trata de una etimología muy intuitiva que los etimologistas modernos no comparten, pero que no está exenta de sentido. “Être cassé”, en francés, se traduce como “estar roto”, “estar achacoso” e incluso “estar sin dinero”, pero también quiere decir “estar extenuado”.

Para los especialistas modernos, “descansar” viene del latín Campsare, que originariamente significaba “desviar la trayectoria de una nave” y con el tiempo pasó a significar “desviarse de una vía o un camino para volver a tomar el correcto”.  En cierto modo es como un “reset”: parar y volver a empezar.

Una de las raíces que en hebreo significa “descansar” es Shabbot (שבת). De aquí viene Shabbat (שבת), una raíz que según el sabio Baal haTurim sólo encontramos en dos ocasiones en la Torah. La primera vez en Génesis (II-2) cuando dice:

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ויכל אלהים ביום השביעי, מלאכתו אשר עשה; וישבת ביום השביעי מכל-מלאכתו אשר עשה.

“Y completó Elohim en el séptimo día su obra que había hecho, y cesó el séptimo día y cesó el séptimo día de toda su obra que había hecho”.

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La segunda vez es en Josué (V-12) cuando dice:

.

וישבת המן ממחרת

“Y el maná dejó de caer”.

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Ello hace que nuestro sabio, apoyándose en el “completó” y el “cesó” de Génesis, asocie los dos pasajes y diga que:

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Elohim santificó el Shabbat con el Maná y bendijo el Shabbat con el Maná”.

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Si calculamos la guematria de la expresión Melajto Asher Asá (מלאכתו אשר עשה), “su obra que había hecho”, descubrimos que es 1373. Si hacemos lo mismo con la de Leshamor Malka Shabbat (לשמור מלכה שבת), “para guardar la reina Shabbat, vemos que también es 1373.

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לשמור = 576

מלכה = 95

שבת = 702

——————

1373

.

מלאכתו = 497

אשר = 501

עשה = 375

————–

1373

.

La “vía” o el “camino” “desviados” son los seis días de la semana, y el correcto es el Shabbat. Éste es como una especie de corrección de la dirección en la que vamos. El sentido del descanso, o si lo preferimos, del Shabbat, consiste en detener la agitación y la superficialidad de la semana y regresar al centro.

JULI PERADEJORDI

JANUKAH Y LOS 36 JUSTOS OCULTOS

Sostienen los rabinos que la festividad de Janukah no aparece en la Torah. Sin embargo, los cabalistas no están de acuerdo. Para ellos, absolutamente todo se puede encontrar en la Torah. Veamos lo que opinaba el sabio Ben Ish Jai.

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Janukah (חנוכה), la fiesta de las luces, comienza el 25 del mes de Kislev (כסלו), y los comentaristas han asociado este número con la palabra Or (אור), “luz”. Esta Or (אור), “luz”, del libro del Génesis estaría prefigurando a las nueve luces de Janukah. La guematria de (אור), “luz”, es 207, y si sumamos estas tres cifras, 2 + 0 + 7, obtenemos 9. Pero también podríamos ver las cosas al revés y decir que el encendido de las nueve luces de Janukah (חנוכה) es una recreación del Maasé Bereshit, la obra del Génesis.

El sabio Ben Ish Jai, en su introducción a las halajot de Janukah, nos ofrece una exégesis sumamente interesante. Si en el relato de la creación contamos a partir de la palabra Bereshit (en el comienzo), hasta vaiehi Or (y fue la Luz), descubrimos que hay 25 palabras. Éstas corresponderían al número del día en que comienza Janukah (חנוכה), 25.

Este gran erudito también nos invita a leer Janukah (חנוכה) como Janu (חנו) 25 (כה), “porque en la palabra 25 apareció la Luz, que representa la espiritualidad, la pureza, la conexión directa con el Padre celestial”.

Pero hay otras curiosidades numerológicas no tan conocidas. La guematria Sderti u ordinal de Kislev (כסלו) y la de Janukah (חנוכה) son la misma, 44:

.

ח = 8

נ = 14

ו = 6

כ = 11

ה = 5

———

44

.

כ = 11

ס = 19

ל = 12

ב = 2

———

44

.

Y curiosamente, 44 también es la guematria de Lahat (להט). “arder”, que es lo que hacen las luces de Janukah (חנוכה).

.

ל = 30

ה = 5

ט = 9

———

44

Sin embargo, nos gustaría aventurar una nueva interpretación: creemos que podemos asociar cada una de las velas de Janukah con las alocuciones que aparecen 9 veces en el relato de la creación: Vaiomer Elohim (ויאמר אלהים), “y dijo Elohim”.

Cada vez que Elohim “dice” es como si encendiera una vela. Si multiplicamos estas 9 veces por 4, por los cuatro mundos, obtenemos 36 que es exactamente el número de velas que se habrán encendido en total en la Janukiah. Y, dándole de nuevo la vuelta, cada vez que encendemos una vela de la Janukiah, es como si rememoráramos un Vaiomer Elohim.

Y un último apunte: cada una de las 36 velas que se habrán encendido en Janukah corresponde a uno de los 36 justos ocultos. La guematria Shemi o completa de Vaiomer Elohim (ויאמר אלהים), “y dijo Elohim”, es 1024:

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ויאמר = 733

אלהים = 291

—————-

1024

.

Si calculamos la guematria de haTzaddikim haNistarim (הצדיקים הנסתרים), “los justos ocultos” descubrimos que también es 1024.

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הצדיקים = 259

הנסתרים = 765

—————–

1024

            JULI PERADEJORDI

PAN Y AGUA

https://communio.stblogs.org/wp-content/uploads/2015/08/Morgan-Bible-Give-us-this-day.jpg

Prosiguiendo con el tema de un post anterior (https://elzoharesplendor.wordpress.com/2022/12/09/lavarse-las-manos/) en el que hablábamos de Netilat Iadaim (נטילת ידים), el “lavado de manos”, expresión cuya guematria ,563, coincide con la de Lehem min haShamaim (לחם מין השמים), “pan de los cielos”, intentaremos profundizar más sobre este misterioso alimento, denominado también Man (מן), el maná.

Enseñan los sabios que tras la salida de Egipto, en el desierto, el pueblo de Israel vivió en un milagro permanente. Milagro en hebreo es Nes (נס). Más adelante volveremos sobre esta palabra. El arquetipo de aquellos que comieron del Maná en el desierto es el justo, el Tzaddik. El Talmud dice que el Maná caía “a la puerta de su casa”. No tenía que desplazarse como los demás. Sólo aquellos que comían maná podrían dar nuevas interpretaciones de la Torah, nos enseña el Midrash Tanjuma, descubriéndonos la estrecha relación entre el Maná y la Torah.

La guematria de Tzaddik, 204, equivale numéricamente a dos veces Emunah (102), «fe». Cuando en el libro de Habacuc (II-4) dice que “el Tzaddik vivirá por su fe” parece estar refiriéndose a que se alimenta de este “pan de los cielos”.

וצדיק, באמונתו יחיה

En el capítulo XVI del libro del Éxodo se habla del Maná que el pueblo de Israel recibió en el desierto. En el versículo 4 se especifica que éste será recogido durante 6 días. Sabemos que, de entre todos los versículos de la Torah, sólo hay uno en el que aparezcan las 22 letras del alfabeto al completo. Se trata de un versículo de este mismo capítulo del Éxodo (XVI-16). ¿Es una casualidad que precisamente en este versículo se hable del Maná?

זה הדבר, אשר צוה יהוה, לקטו ממנו, איש לפי אכלו:  עמר לגלגלת, מספר נפשתיכם-איש לאשר באהלו, תקחו.

Según los comentaristas, el Maná tenía un gusto distinto dependiendo de quien lo comía, y los sabios nos enseñan que en la Torah cada persona entiende y degusta algo distinto según su preparación y según la elevación de su alma. Es más, los cabalistas nos enseñan que el misterio de la Fe, la Emunah (אמונה), se encuentra oculto en el interior mismo de esta palabra, donde vemos a la Mem (מ) y a la Nun (נ) unidas por una Vav (ו) formando la palabra Man (מן), que significa Maná. La primera y la última de las letras de Emunah (אמונה), la Alef (א) y la He (ה), que corresponden al 1 y al 5, suman 6 y evocan los 6 días de la semana en los que el pueblo de Israel recibía el Maná del cielo, que el libro del Éxodo denomina Lejem min haShamaim (לחם מן השמים), “pan de los cielos”. Curiosamente, Min (מן), “de”, se escribe igual que Man (מן), “maná”.

Ya hemos visto que la guematria de Lehem min haShamaim (לחם מין השמים), “pan de los cielos”, era 563. Si multiplilcamos 5 por 6 y por 5, obtenemos 90, la guematria de Man (מן), “maná”.

Si calculamos la guematria atbash de Lehem (לחם), “pan”, vemos que también es 90:

.

ל = 20

ח = 60

ם = 10

———

90

Para finalizar, a nadie le pasa desapercibido que estos misterios deben relacionarse con Netilat Iadaim (נטילת ידים), el “lavado de manos”. Éste se hace con Maim (מים), “agua”, y la guematria de Maim (מים) es, de nuevo, 90:

.

מ = 40

י = 10

ם = 40

———

90

.

Uniendo pan, Lehem y agua, Maim, por medio de una Vav, tenemos Lehem veMaim (לחם ומים), “pan y agua”. La guematria de esta expresión es 174:

.

לחם = 78

ומים = 96

————-

174

.

Se trata de la guematria atbash de Torah.

.

ת = 1

ו = 80

ר = 3

ה = 90

———-

174

.

El pan correspondería a la Torah escrita, que puede llegar a ser seca, y el agua a la Torah oral que la ablanda y vivifica. Y, finalmente, lo más “milagroso” de todo ello es que cuando tomamos las letras siguientes a la Mem (מ) y la Nun (נ) que conforman la palabra Man (מן), “maná”, nos encontramos con la Nun (נ) y la Samej (ס), que forman la palabra Nes (נס), “milagro”.

JULI PERADEJORDI

EL VALOR DE LA PALABRA

Qué pasa con las mineras? El oro y la plata vuelven al alza - Rankia

Afirma el filósofo Pablo d’Ors que “el silencio es el nombre secular de Dios”. Sorprendente afirmación que coincide, como veremos, con lo que nos enseña la guematria. Se ha dicho que “si la palabra es plata, el silencio es oro”. Esta aseveración bien podría proceder de un conocido dicho talmúdico que afirma que “la palabra vale un sela, el silencio vale dos”. ¿Por qué es más valioso el silencio que la palabra? Seguramente porque el silencio es curativo y tiene que ver con Dios, mientras que la palabra tiene que ver con el hombre.  

.

Leemos en Salmos (LXV-2):

.

לך דמיה תהלה

“Para ti el silencio es alabanza”.

.

Curiosamente, la guematria de Dumiah (דמיה), “silencio” es la misma que la de Dahan (דהן), “ungüento”, “pomada”, 65. El Talmud, en el tratado de Meguilah (18a), lo comenta así:

.

סמא דכולה משתוקא

“El mejor remedio de todos es el silencio”.

מילה בסלע, שתיקה בשניים

“La palabra vale un sela, el silencio vale dos”.

.

La palabra “sela” (סלע) se refiere a una moneda de ¼ de onza. Simbólicamente podemos asociarla con la plata.

Si calculamos la guematria de Sela (סלע), vemos que es 160. Si calculamos la de Kesef (כסף), “plata”, vemos que es exactamente la misma.

.

ס = 60

ל = 30

ע = 70


160

.

כ = 20

ס = 60

פ = 80


160

.

Por otra parte, si calculamos la guematria Katan o reducida de Shnaim (שניים), “dos”, descubrimos que es 14, exactamente igual que la de Tzahav (זהב), “oro”:

.

ש = 3

נ = 5

י = 1

י = 1

ם = 4


14

.

ז = 7

ה = 5

ב = 2


14

Sabemos que la palabra surge a partir del silencio; al ser éste su origen, éste es más valioso. Por otra parte, la guematria de Milah (מילה), “palabra” es 85, o sea la misma que la de Peh (פה), “boca”, y la guematria de Shtikah (שתיקה), “silencio” es 815, la misma que la de Shemo haGaddol vehaKaddosh (שמו הגדול והקדוש), “su nombre grande y sagrado”. Por eso el silencio es una forma de nombrar a Dios.

JULI PERADEJORDI

LAVARSE LAS MANOS

Yemenite-Israeli boy rubs his hands after washing them (1949)

Si bien la expresión “lavarse las manos” se suele entender como “desentenderse de algo” o “sacárselo de encima”, en realidad viene del Netilat Iadaim, el “lavado de manos” judío. Al despertarse por la mañana, después de rezar el Modé Ani, es costumbre realizar Netilat Iadaim, el lavado de manos, que dice:

ברוך אתה יי קלהינו מלך העולם אשר קדשנו במצוותיו וציונו על נטילת ידיים

Baruj Atah Adonai Eloheinu Melej haOlam, asher Kiddeshanu beMitzvotav veTzivanu al Netilat Iadaim.

.

Podemos traducir estas palabras como:

.

Bendito seas, oh Eterno nuestro Dios, Rey del mundo, que nos has santificado con tus preceptos y nos ordenaste el lavado de las manos.

.

Pero esta oración también se hace antes de bendecir el pan en la noche de Shabbat. ¿Por qué razón? La respuesta quizá se encuentra en un versículo del libro de Job y en la guematria de Netilat Iadaim (נטילת ידים), 563:

.

נטילת = 499

ידים = 64

————–

563

.

Las manos limpias son lo que permite recibir.

En el caso de Shabbat se trata de recibir el pan, que como es sabido, simboliza tanto las dos tablas de la Torah como el alimento espiritual conocido como Maná, Man (מן) en hebreo, el “pan de los cielos” que nos dará la fuerza necesaria para encarar la nueva semana.

Si calculamos la guematria de Lehem min haShamaim (לחם מין השמים), “pan de los cielos”, vemos que también es 563. Cuando multiplicamos 5 por 6 y por 3, obtenemos 90, que es la guematria de Man (מן), “maná”.

לחם = 78

מין = 100

השמים = 395

—————–

563

.

מ = 40

ן = 50

———-

90

.

Este Man (מן) nos reconfortará y aumentará nuestra fuerza. Por eso podemos asociarlo al libro de Job (XVII-9), que dice:

.

וטהר-ידים, יסיף אמץ

«y el limpio de manos aumentará la fuerza».

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Si algún día aspiramos a recibir algo sagrado, no olvidemos que tenemos que hacerlo con las manos limpias. Sólo así recuperaremos la pureza de cuando éramos niños.

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JULI PERADEJORDI

SERÁ EXILIADO

Expulsión del Paraíso Terrenal, CR – Heraldos en Costa Rica

En los primeros días de la creación del mundo, cuando todo era aún nuevo y primaveral, el corazón del hombre estaba abierto a la belleza del mundo, y cada vez que veía algo, alababa al Creador por todo lo «muy bueno» que había concedido al mundo. Pero llegó un día en el que ya no fue así. Dejó de alabar, dejó de agradecer… ¿Qué había ocurrido?

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Leemos en el libro del Génesis (III-24):

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ויגרש, את-האדם

«Echó, pues, fuera al hombre». 

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Los sabios jasídicos nos comentan que en ese momento, Adán y Eva fueron expulsados del Gan Eden. En cierta ocasión, Rabbí Israel Baal Shem Tov preguntó:

.

¿Quién fue el que expulsó al primer hombre del Gan Eden? ¿Lo expulsó acaso un ángel? ¿Acaso abrió Dios una puerta en el Gan Eden, o una brecha en la cerca, para tomar al hombre y expulsarlo de allí?

.

Y el mismo Baal Shem Tov respondió que la explicación se encuentra en la traducción de Ionatán ben Uziel, que dice así:

.

“El hombre se tornó preocupado. Cuando una persona está preocupada, no puede estar en el Gan Eden”.

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Y si una persona no puede estar en el Gan Eden, ¿Qué le ocurrirá? La respuesta nos la da la guematria de Vaigaresh et ha Adam, que es 970. Se trata también de la guematria de Hu atid lehagolot (הוא עתיד להגלות), “será exiliado”.

הוא עתיד להגלות

.

הוא = 12

עתיד = 484

להגלות = 474

—————-

970

.

ויגרש = 519

 את-האדם = 451

——————-

970

.

Preocuparse por los problemas no es en sí algo malo; pero, ¿qué ha podido ocurrir para que el hombre deje de confiar en Dios y se preocupe? La respuesta es tan sencilla como obvia: ha perdido su conexión con lo sagrado, con lo que en cábala se conoce como el “rostro de Dios”.

La guematria de Pnei Elohim (פני אלֹהים), “rostro de Dios”, es 226 y la de Jibur (חיבור), “conexión”, también.

JULI PERADEJORDI

EL HOMBRE SABIO CAE SIETE VECES

The Seven Shepherds, Pintura por Painting The Torah By Elì Anà | Artmajeur

Existe una interesante correspondencia entre el hombre y los días de la semana que no ha pasado desapercibida a los cabalistas. Por otra parte, hay un dicho que afirma que “el hombre sabio cae siete veces”. Las seis primeras corresponden a los días de la semana y la séptima corresponde al Shabbat.

La Torah comienza con Bereshit (בראשית), “en el principio”, expresión que de algún modo engloba todo lo que se nos va a enseñar más adelante. La guematria de Bereshit (בראשית) es 913:

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ב = 2

ר = 200

א = 1

ש = 300

י = 10

ת = 440

————-

913

.

Una enseñanza poco conocida contenida en la expresión Bereshit (בראשית) es que prefigura la idea de que el hombre sabio cae siete veces. Las seis letras de Bereshit (בראשית), que corresponden a los seis días de la semana, aluden a las seis primeras caídas del hombre sabio.

Antes de aprender a caminar, el bebé ha debido caerse un montón de veces. Si no fuera así, nunca aprendería a levantarse y a caminar. El propósito de toda caída, comenzando por la de nuestros primeros padres, es el aprendizaje, la rectificación. El hombre sabio cae siete veces y con cada caída aprende algo. Si no fuera así, no sería sabio: sólo sería un patoso.

Si el hombre sabio cae una séptima vez, es porque ha logrado levantarse seis: el tonto cae una sola vez y probablemente no se levanta.

Alguien podría deducir de todo esto que el hombre sabio es siete veces más pecador que el tonto. Se trata de una deducción errónea, pues caer, incluso pecar, conlleva para el hombre sabio una lección de humildad.

“Caída”, en hebreo es Nefliah (נפליה). La guematria Millui de esta palabra es 287. Los cabalistas relacionan este número con Deuteronomio (XXXIV-9):

.

ויהושע בן-נון, מלא רוח חכמה

“Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría…”.

.

La guematria de Ruaj Jojmah (רוח חכמה), “espíritu de sabiduría” también es 287.

.

נ = 106

פ = 81

י = 20

ל = 74

ה = 6

———–

287

.

רוח = 214

חכמה = 73

————-

287

.

El sabio se cae seis veces durante la semana y se levanta por sí mismo, utilizando su propia fuerza. Cuando se levanta la séptima vez es distinto, es otra forma de levantarse y ponerse erecto. Se levanta con la fuerza sobrenatural del Ruaj Jojmah (רוח חכמה), “espíritu de sabiduría”, que lo saca de este mundo, los seis días de la semana, para hacerlo entrar en el mundo venidero, el séptimo día, el Shabbat.

Si calculamos ahora la guematria de la frase completa ViIoshuah ben Nun maleh Ruaj Jojmah (ויהושע בן-נון, מלא רוח חכמה), “Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría…”, obtenemos 913, la guematria de Bereshit (בראשית):

.

ויהושע = 397

בן-נון = 158

מלא = 71

רוח = 214

חכמה = 73

—————–

913

.

JULI PERADEJORDI

Zohar, Talmud, Torah, Juli Peradejordi, guematria, sabiduría,

AYUDAR

Yuca Yuquesla Twitter પર: "Como quien pela calabacines para un puré,  circuncisión de Abraham. Maestro de la Biblia de Jean de Sy, 1355. #Génesis  #BlackieBooks https://t.co/A7weNpePmz" / Twitter

Cuando se habla de ayudar, un personaje bíblico acude presto a la mente: el patriarca Abraham. Como el caballero de la armadura oxidada, Abraham ayudaba a todo el mundo, pero él también recibió una ayuda, que compartió con Sarah, su mujer. Se trata de la letra Iod, guematria 10, de la que se quedó una He, guematria, 5, y dejó otra a Sarah.

La etimología latina de “ayudar” no es muy elocuente. Este verbo procede de adiuto-are, “ayudar”, “auxiliar”, que deriva de la raíz iuvo, “ayudar”. No se puede dejar de relacionar a Iuvo con Iove, el nombre latino del dios Júpiter, relacionado a su vez con la lluvia, o sea con algo que, como Abraham, simboliza la gracia divina. En este nombre hemos de ver también una alusión a IHWH, que al fin y al cabo es la verdadera ayuda. Es a Él a quien debemos rezar y pedir ayuda, y no a las múltiples deidades que pueblan el panteón pagano, al menos si pretendemos que nuestra plegaria no se pierda por los mundos astrales y que tenga la adecuada respuesta.

Conscientes de que se trata de una falsa etimología, vamos a proponer otra prescindiendo del latín, apoyándonos esta vez en el hebreo.

“Ayuda” se relacionaría con una letra del alfabeto, la Iod o Iud (י). La letra Iod (י) es la más pequeña del alfabeto hebreo. Se trata de una letra que no se encuentra en la línea, sino como flotando en el aire, como la gracia. Pero esta pequeña letra encubre sin embargo un gran misterio.

¿Quién nos revelará el misterio de la Iod (י)?

La respuesta la encontramos en un conocido proverbio de origen sefardí que aparece en el Quijote:

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 “menester será que el buen Sancho haga alguna disciplina de abrojos, o de las de canelones, que se dejen sentir, porque la letra con sangre entra”.

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¿De qué letra se trata? ¿De qué sangre nos están hablando? Evidentemente de la letra Iod y de la sangre de la circuncisión.

El Zohar (I-56 a) nos explica que esta letra es el pacto que transgredió Adán y que provocó que el Nombre de Dios se escindiera, algo que remediaría Abraham. Leemos en el Zohar (I-214 b):

.

אתא אברהם וחבב לקב»ה, ואמר ליה בך אשתלים שמא ואתגזר ואשתלים שמא ביו»ד דמילה

“Vino Abraham, amó al Santo, Bendito Sea, y le dijo: a través de ti se completará el Nombre, y se circuncidó y se completó el Nombre a través de la Iod de la circuncisión”.

Para los cabalistas la unidad el Nombre se ve reflejada en la letra Alef (א), y la guematria Millui o completa de Alef es 111.

Si calculamos la guematria de BeIod DeMilah (ביו»ד דמילה), “a través de la Iod de la circuncisión”, nos encontramos que también es 111:

.

ביו»ד = 22

דמילה = 89

————–

111

.

Por otra parte, el denominado Mispar Meshulash de Iod (יוד) es:

.

י = 55

ו = 21

ד = 10

———-

86

 

Si calculamos la guematria de Milah (מילה) vemos que es 85, y si le añadimos el Kollel, también obtenemos 86.

JULI PERADEJORDI