VENCER LA MAGIA DE BILAM

bilam

Ya vimos que Balak “contrató” los servicios de un mago negro para destruir a Israel. Bilam es el arquetipo de la magia tenebrosa, que extrae su fuerza de la Tumah, de la oscuridad. Todos estamos expuestos a la malignidad de “Bilamitos”, aprendices de brujo que manipulan a la gente para aprovecharse de su dinero o de su alma. Veamos cuál es el mejor antídoto contra ellos.

 

¿Qué podemos hacer para protegernos de estos personajes? Un comentario rabínico sobre Avoth (V-18) es muy claro:

“Un ojo malo, un espíritu altanero y un alma insaciable; aquel que posee estas tres inclinaciones pertenece a los discípulos de Bilam, el perverso.”

Los “Bilamitos” miran a los demás con un “ojo malo”, con envidia, con desprecio. Son orgullosos y altaneros y su codicia es insaciable. Son hijos de la oscuridad. Pero combatir la oscuridad desde la oscuridad no sólo es un error, también es un imposible. Si, como afirma el Talmud la inmensa mayoría de los muertos que se hallan en los cementerios fueron víctimas del “mal de ojo”, hemos de atribuir gran parte de esas muertes a los “Bilamitos”, pequeños magos negros que son como chispas del mismísimo Bilam. Pueden ir disfrazados de psicólogos, de gurús, de rabinos incluso.

Para vencer a la oscuridad es preciso recurrir a la luz y sin duda la mayor luz es la que nos proporciona la experiencia de Shabbat (שבת). Si calculamos la guematria de esta palabra, vemos que es 702:

ש = 300

ב = 2

ת = 400

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702

¿Por qué el Shabbat es el antídoto de la magia negra? Simplemente porque la guematria de Bilam (בלעם) también es 702 y, por lo tanto, la luz de Shabbat la neutraliza.

ב = 2

ל = 30

ע = 70

ם = 600

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702

 

JULI PERADEJORDI

 

 

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