LA CIRCUNCISIÓN Y EL SUEÑO

Premium Photo | Surreal image of a dream inside a dream with open door to  another dimension

Sabemos por el Talmud que el sueño es la sexagésima parte de la profecía. Tiene algo de ésta, pero en una proporción ínfima. De hecho, Maimónides, apoyándose en el Midrash Rabbah (cap. 17), decía que el sueño es como una “profecía abortada”. Con todo, no hemos de despreciar a los sueños pues pueden darnos muchas sorpresas agradables.

.

Consultar los sueños, Sheeloth Jalom (שאלת חלום), nos permite acceder a los signos que están ocultos en el libro de nuestra alma, unos signos que nos ayudarán a entender las grandes preguntas de nuestra vida.

Dicen que en cierta ocasión dijo un sabio:

.

“Cuando tengas una pregunta que nadie te sepa contestar, pregúntale a tu alma”.

.

Existen preguntas esenciales que no pueden ser planteadas de un modo racional, que pertenecen más a la sensación o la intuición que a la formulación especulativa. Estas preguntas están más relacionadas con los asuntos del alma que con los conocimientos adquiridos o por adquirir. Hallar respuesta a estas preguntas es curativo, es terapéutico.

Tradicionalmente se han utilizado los libros sagrados a modo de oráculo. Se ha hecho con la Torah, con los Salmos e incluso con los Pirkei Avoth. Este tipo de libros tienen la peculiaridad de hacer de espejos del alma, son como puertas que nos permiten acceder a ella. Y así como las puertas no se leen, sino que se abren, estos libros tampoco se leen, se abren. Y a medida que conseguimos abrirlos, estamos abriendo la puerta de nuestra alma.

Los cabalistas utilizaban (y aún utilizan) un método denominado Sheeloth Jalom (שאלת חלום), que consiste en formular preguntas antes de ir a dormir, y esperar que la respuesta se revele durante el sueño.

Quizá porque tanto los libros sagrados como los sueños son como puertas, el rey Salomón guardaba las llaves del Templo debajo de su almohada y algunos judíos sefardíes siguen durmiendo con un ejemplar de los Pirkei Avoth debajo de la almohada.

Leemos en Isaías (XXXVIII-16):

.

ותחלימני והחיני

“y cómo me hiciste dormir, y después me has dado vida”.

.

Dormir es terapéutico. La palabra Jalom (חלום), “sueño”, leída como Jalum (חלום), significa “sano”, “vigoroso”.

Poca gente ha reparado en que si leemos al revés Jalom (חלום), “sueño”, nos encontramos con Mol Jet (מול ח), “circuncidar”, Jet, “ocho”, y bien sabemos que la circuncisión se realiza en el octavo día. También muy poca gente ha reparado en que el nombre del dios griego del sueño, Morfeo, procede de la raíz hebrea Marpé (מרפא), “salud”, “curación”.

La relación entre el número 8 y la curación es bien conocida entre los cabalistas. El octavo mes del calendario, Iyar (אייר) está considerado el mes de la curación. El nombre de este mes es un acróstico de Ani haShem Rofeja (אני יי רופך), “yo soy el Eterno, tu curador”.

Todo ello nos delata una relación secreta entre la circuncisión y el sueño: ambos son dos procesos curativos del alma.

2 comentarios el “LA CIRCUNCISIÓN Y EL SUEÑO

Deja un comentario